La Hora del Planeta Libro

Un símbolo: apagar la luz una hora ... Y leer un buen libro.

Más que un símbolo un movimiento global en defensa del medio ambiente y las personas.

“YO LEO PARA SER PARTE DE LA SOLUCIÓN”.

Esta es tu página, tu oportunidad para compartir tu amor por la lectura y tu interés por aportar tu pequeño grano de arena a la defensa de nuestro planeta.

Contaminación lumínica: "Es el exceso de luz artificial que se dispersa en el cielo debido a una iluminación excesiva, mal orientada o deficiente".

Hora del planeta: “Evento mundial en el que cada año a finales de marzo, como símbolo de armonía (durante el equinoccio primavera hemisferio norte), personas, comunidades y empresas apagan las luces durante una hora.”

La contaminación lumínica es el tipo menos conocido de contaminación y, sin embargo, según la revista “Global Astronomía” el 84 % de los españoles vivimos en núcleos urbanos muy contaminados lumínicamente. El astrónomo aficionado John E. Bortle (S.XIX) ideó una escala para medir la calidad de nuestros cielos, es decir, el nivel de nuestra desesperanza astronómica.

https://www.globalastronomia.com/el-sindrome-de-bortle/

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Nuestra historia

Cada sitio web tiene una historia y éste también ...

Casi nadie se para a pensarlo, pero nuestros cielos están muy contaminados. A los que nos interesa el espacio o simplemente ver las estrellas, la contaminación lumínica nos obliga a desplazarnos a lugares lejanos, normalmente rurales, y oscuros para poder disfrutar de un cielo estrellado pero no resulta fácil, porque sumando las obligaciones familiares a las inevitables leyes de Murphy (si la noche puede estar nublada lo estará) normalmente todo se complica.

Así que ... O renunciamos a ver las estrellas, o cambiamos nuestros hábitos. Y saber que vives en una ciudad con un Bortle 7.2 como es mi caso me motivó a pensar una solución dentro de mis posibilidades.

¿Qué podía hacer para contribuir a mejorar esto? En cierta ocasión, haciendo "La Hora del Planeta" como otros años, mi familia y yo nos pusimos a leer a la luz de las velas y entonces se me ocurrió que por qué no hacerlo, no una vez al año, sino cada semana y aprovechar para reunirnos los sábados por la tarde una hora a leer sin luz eléctrica (con velas o linternas) y con toda la casa pagada. Así uní mi amor por la lectura con mi interés por cuidar el planeta. Más tarde, viendo el éxito de esta iniciativa en mi hogar, decidí extender la experiencia de mi familia a mi Club de Lectura y desde allí espero que la iniciativa se extienda … hasta el infinito y más allá.